sábado, 27 de octubre de 2012

Yo concilio... de verdad

¡Menuda semana! Ha sido de lo lindo en cuanto al trabajo y en cuanto a todo lo demás.


Esta es Durga, la diosa madre del hinduismo. Podéis cambiar las flores por todo tipo de cachivaches habituales en una madre, y así es mi vida habitualmente. (Vamos, como la de todas las madres.)

Ya sé que voy a incumplir una de las primeras cosas que os conté, aquello de que no hablaría de mi hija. Pero bueno, en realidad no es tanto así. Hoy os quiero hablar de la conciliación. 

Que la responsabilidad del cuidado de los hijos recae principalmente en las madres, no es ninguna novedad. En mi caso, afortunadamente, comparto prácticamente al 50% la responsabilidad pero hay cosas que la vida diaria se ha encargado de que sean asunto mío. Por ejemplo, tengo jornada reducida con lo que puedo ir al médico por las tardes con mayor facilidad que mi pareja. O la comunicación con las profesoras de la guardería, que también es cosa mía. Yo la llevo y la recojo, así que es natural que me encargue. La ropa, las cosas que necesita para la escuela... (Eso sí, de la comida me olvidé hace muchos meses :P)

Vamos, que en absoluto me quejo porque tengo una vida personal, familiar y laboral atareada, pero no ahogada. Además, desde el día que me incorporé a trabajar, aprendí a separar perfectamente cada faceta. Evalúo en cada momento preciso dónde debo estar, teniendo muy clara de antemano cuál es mi prioridad. Pero el trabajo es importante para mí. No sólo económicamente. Necesito trabajar para funcionar, para seguir aprendiendo y no oxidarme. Para pensar, para ser un ser autónomo, para alcanzar logros y metas, para sentirme aliviada cuando llego a casa.

El caso es que el viernes quise quedarme por la tarde en el trabajo. "¿QUISISTE?" Pues sí. Como digo, tengo reducción de jornada para estar con mi niña y todos los días salgo a las 3 de la tarde. Un chollo.

El viernes era un día intensivo: teníamos un evento y varias reuniones para preparar un trabajo muy interesante del que ya os contaré, porque es espectacular. Acabamos tardísimo y una llevaba desde las 6 despierta y estaba cansadísima.

No es la primera vez que me quedo pero evidentemente me acordé de mi niña y el "guasap" echaba humo de hablar con el padre para ver cómo iba la cosa. Por suerte, durmió una siesta larga y aguantó despierta hasta que llegué. Cuánto más me acercaba a casa, más me angustiaba sólo de pensar que ya estaría dormida. Pero llegué, la besé, jugué un ratito con ella y se marchó a la cama.

Y oye, me dormí la mar de satisfecha porque, aunque había sido un día duro, tenía la satisfacción de haber alimentado mi materia gris y mis emociones. Ningún sentimiento de culpa. Había cumplido con todas mis tareas como mamá (con la inestimable ayuda de la abuela y del papá), mi niña estaba genial y como profesional había participado en algo importante y muy estimulante intelectualmente.

Hace poco más de un año que sigo en Internet a una plataforma que se llama Conciliación Real Ya. La encontré poco antes de incorporarme, cuando pensaba que a pesar de no tener ningún problema para acogerme a la reducción de jornada, me iba a hacer polvo emocionalmente separarme de la nena. Y lo he llevado genial. Aunque por la plataforma sé que hay casos terrible de no conciliación.

He llegado a la conclusión que la conciliación es tener libertad de elección. Nosotros (mi pareja, mi nena, los familiares cercanos y yo) somos felices con la situación que tenemos y eso es lo más importante. Negociamos, charlamos, planteamos las situaciones tal y como llegan, se lo explicamos a la peque lo mejor que podemos y todos llegamos a un acuerdo.

Llevo bien lo de la guardería aunque soy consciente por descontado de que, como una madre, nadie cuida de sus hijos. No me creo lo de la socialización con tan poca edad, pero ella está encantada de llegar a la escuela y ver a un montón de niños. Y hacer actividades (pintar, psicomotricidad y demás) no creo que sea malo. ¡Está jugando con otros niños!

Como desiderátum: ojalá todos los papás, mamás, niños y familiares encuentren su propia fórmula de conciliación con la que poder ser felices. Y ojalá que la administración, las empresas y la sociedad los dejen llevar a cabo su plan.

6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Esto es fácil. Ya lo experimentarás tú. Sólo hay que poner voluntad y entrega ;)

      Lo difícil es no poder hacerlo, amor.

      Muasss!

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  2. La guarderia creo que es necesario para los niños,no porque socialicen,si no para que aprendan a ser personitas en lugar de una extension de la madre,o la madre una extension de ellos,segun se mire.Tambien son necesarias para la madre,para que pueda ejercer de persona,no solo de madre,por muy bien que se porten los niños cuando estas con ellos eres madre,madre y madre y es dificil que desarrolles otras facetas de tu vida y de tu personalidad con los niños cerca.
    En cuanto a la conciliacion...te lo contare en poco mas de un mes,miedo me da,con el niño nos arreglabamos,pero porque era guarderia privada y tenias cierta flexibilidad en los horarios,pero con dos y en el cole...a ver lo que me permiten hacer en mi trabajo,que por cierto no tiene mas utilidad que la economica,ojala me alimentara intelectualmente.
    Echare un vistazo a la plataforma que mencionas.
    Y hablando de otra cosa,porque no me llega al e-mail los avisos de tu blog????que leche con las tecnologias... Un besazo

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    1. Mucho ánimo y mucha suerte. A ver qué plan te encuentras porque encima, con la excusa de la crisis, todo vale... Sobre todo no te olvides de que tienes derechos!!

      De lo de los e-mails, ni idea. Si averiguo algo, te lo cuento pero soy absolutamente novata!

      Un besazo!

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  3. Buff...con el TEMA hemos topado. Yo no concilio, hago lo que puedo y de momento no me quejo, porque al mediodía puedo estar con mi niño, y gracias a las tardes libres de sus papi y los abuelos, considero que és está a gusto toda la semana. Pero yo no tanto, sólo estoy con él una tarde entre semana, y en mi trabajo actual es imposible hacerlo de otra manera. Es más, trabajando de lo mío dudo mucho que llegue a tener nunca un curro de mañanas o de jornada intensiva. Así que no, yo no concilio, y todavía no he dado con la solución al problema...
    Besotes!

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    1. Lo siento, Mo, porque tú no estás del todo a gusto aunque tu peque sí. Espero que llegues a una solución aunque tal y como está el trabajo (y los oficios) actualmente.

      Siempre que me da el bajón pienso en cómo estará ella. Y por norma general, con la familia, están bien. Un poco consuelo de tontos pero... ¡hay que sobrevivir!

      Un besazo y ánimo!

      Pd: Sí, es un poco "el tema" jejeje

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